Este objetivo supuso mi primera incursión en las lentes fijas y el comienzo del interesante juego del uso de diferentes objetivos. He de recomendarlo como buen punto de partida y por ser muy económico.
Expongo algunas de las primeras fotografías que tomé. Sin entrar a hacer una gran valoración, pues hay de sobra en la red información cualificada al respecto, destacar lo que más me llamó a mi la atención que fue la viveza de los colores y una especie de halo especial que aportaba a las imágenes.
Tuve la mala suerte de que mi unidad en particular venía con una dominancia del rojo, y después de probarlo varias veces y disfutarlo un poco me decidí a devolverlo. Como me gustó la experiencia después acabe adquiriendo un Canon 50 mm STM, que en lineas generales funciona mejor y tiene una calidad de acabados muy superior, pero echo en falta ese halo especial que me daba el Yongnuo.